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En Refrigeración Correa y Cárdenas Ltda., somos consientes que un óptimo manejo de refrigerantes es sinónimo de alta calidad y excelentes resultados de la refrigeración. Es por esto que siempre estamos apoyando en la logística del manejo de los cilindros y equipos para evitar accidentes y complicaciones.
Hoy les presentamos una serie de recomendaciones y aclaraciones para tener en cuenta a la hora del manejo de refrigerantes, las instalaciones para los mismos y algunos datos adicionales que nunca están de más.
Este articulo NO es en ningún caso o una regla general; sentimos la necesidad de aclarar que ante cualquier duda o inquietud se debe consultar como primera medida la hoja de seguridad de cada refrigerante, no solo para saber como actuar frente a fugas o manipulación exacta acorde al tipo de gas, sino para evitar accidentes, luego se nos puede contactar de forma directa para solucionar cualquier problema.
Si requiere de más asistencia o considera que alguno de sus equipos está presentando una fuga, alerta o algún tipo de falla, no dude en comunicarse con nosotros a través de una solicitud vía email o teléfono, para prestarle un excelente servicio de mantenimiento, atención y/o cotización.
La clasificación de los gases refrigerantes se divide en varias categorías siendo conocidos como CFC (clorofluorocarbonos), HCFC (hidroclorofluorocarbonos), y HFC (hidrofluorocarbonos).
Dentro de esta clasificación encontramos a los que contienen cloro y los que contienen hidrógeno, aquellos que contienen cloro tienen un PAO (potencial de agotamiento de la capa de ozono) notablemente superior a los que no, además de que su descomposición es sumamente lenta, en contraposición los que contienen hidrógeno, aunque no dañan o al menos en menor medida la capa de ozono, son los mejores para trabajar pero son menos estables químicamente al subir a la atmósfera.
Es importante conocer esto puesto que en caso de fuga y mal uso de temperaturas se puede estar tratando con residuos ácidos mortales como ácidos halogenados, ácido clorhídrico y también acido fluorhídrico, todos perjudiciales para la salud aun en concentraciones bajas, con efectos desde perdida de coordinación psicomotriz a quemaduras y amputaciones.
Por eso sin importar que tipo de gas se utilice se deben tener claras las recomendaciones y lineamientos para evitar accidentes, contar con el equipo y un manejo de refrigerantes y siempre hacer mantenimientos preventivos para evitar llegar a casos correctivos por descuido o en otros casos, terminar con fugas que liberen deliberadamente gases a la atmósfera.
Redactado para Refrigeración Correa y Cárdenas Ltda., por Tatiana Lezama.